El tamaño del horizonte.
No cabe duda que es magnífico todo lo
que se consigue al final de nuestra vista que se pierde en el horizonte tal
cual aguja en el pajar, buscamos ver más allá pero no sabemos jamás que esta
después del margen que se encuentra donde ya la vista no nos da.
El horizonte majestuosamente lleno de
brillo y color se ve opacado por la inmensa sensación de alcanzar más que un
brillo que se pierde tenue ante la puesta del sol, entrando este debajo del
horizonte, dejando salir la luna por encima de este dando otra vista, donde
solo podemos imaginarnos que seguirá después de este proceso.
El horizonte no es más que una línea
imaginable que cada uno nos trazamos como una meta, o una inspiración donde
todo es sublime y libre de expresión ese horizonte solo tiene un límite y es la
conciencia y el ser, llegamos donde queremos llegar porque tenemos un horizonte
trazado y nadie no los puede arrebatar.
Leonardo
Mujica.